top of page

Comienza el Declive de Cornell

​Pero repuesto de las frecuentes campañas de desprestigio y tras convertirse en un empedernido viajero, ya sea a la ciudad de México o hasta el lejano oriente. Greene se enfrenta en 1906 a la insurrección de sus obreros que a la postre germinaría en nuestra famosa revolución, y así vemos como en mayo de 1911 aconsejado por los porfiristas cambia de hecho su residencia hasta Los Angeles, enviando por delante a su familia y quedándose sólo en la casa grande que entonces parecía cuartel militar, por lo bien resguardada en contra de los alzados de la revolución.

​

Así las cosas, llega la mañana del lunes 31 de julio de 1911 y conforme a su costumbre, el Coronel aborda su "buggy" tirado por dos briosos corceles café de los cuales uno de ellos era la primera vez que lo enganchaban y se dirige al Hotel Alejandría a rasurarse con el barbero que ahí tenía su establecimiento.

​

En el viaje de ida, el caballo primerizo se comporta de manera extraña pero eso no parece preocuparle al Coronel, pero, de vuelta se encabrita y el conductor empieza a perder el control, y de repente un cable de teléfono lo hace caer y pegar con toda su humanidad contra una cerca de madera de una casa localizada frente a la Iglesia Católica.

​

Un carruaje de paso, recoge a Greene y lo traslada a su residencia, en donde el médico dictamina que tiene fractura en la base del cráneo, hombros dislocados y varias costillas rotas. Días después se complica con una neumonía y desde El Paso, Texas se deja venir todo un tren sanitario con un moderno "pulmón artificial", pero llega minutos tarde, expirando el paciente a las cinco de la mañana del cinco de agosto.

​

Sobre sus funerales, aún pasados las siete décadas perduran como los más impresionantes de todos los tiempos, y tras las honras religiosas en su propio domicilio, el féretro es subido a su carro particular de ferrocarril - El Verde - y es llevado hasta Los Angeles, California. Cientos de vaqueros en negros caballos y miles de personalidades venidos de todos lugares hacen valla y le rinden los más altos honores.

​

Pasados los años, Charlie Wiswall administrador general de los negocios del Coronel, y considerado como un hombre de "gran corazón" por quienes lo trataron, se casa en 1918 con la viuda Mary y el matrimonio se realiza en base a un contrato en el que Wiswall no tendrá acceso a los bienes de la herencia y será considerado de por vida como un trabajador del emporio Greene.

​

Wiswall, muere en 1953, Mary en 1955, y se determina traer los restos del Coronel y colocar a los tres en el corazón del actual cementerio de Cananea.

bottom of page